Nutrición oncológica personalizada

En las diferentes fases del proceso

Plan de nutrición personalizado

Comer cuando todo cambia

El diagnóstico de cáncer no solo sacude el cuerpo. También trastoca la forma de relacionarse con la comida. Surgen miedos, dudas, síntomas inesperados. De repente, lo que antes era sencillo —desayunar, tener hambre, disfrutar— se vuelve incierto, incluso doloroso. Y sin embargo, comer sigue siendo esencial.

La nutrición oncológica no es un extra. Es parte del abordaje clínico: ayuda a sostener el tratamiento, minimizar efectos adversos y preservar la calidad de vida.

Un enfoque clínico, humano y libre de dogmas

Trabajo con base en la evidencia científica más actual, pero siempre teniendo en cuenta tu contexto. Aquí no se imponen pautas: se escucha, se adapta y se construye contigo. Cada recomendación tiene un porqué, y se ajusta a tus síntomas, tu tratamiento, tus gustos y tu día a día.
Cuestionamos mitos, como la eliminación total del azúcar o las dietas excesivamente restrictivas, y buscamos una relación con la comida que te dé calma, no más presión. Porque comer es algo que hacemos todos los días, y no debería ser una carga, sino un apoyo.

Modalidad y dinámica de trabajo

Puedes acceder a este servicio en modalidad online, para que tus síntomas o tu estado físico no te limite y podamos vernos desde la comodidad de tu casa. Si necesitas que una persona te acompañe y esté contigo durante la sesión, será estupendo.
El acompañamiento puede realizarse mediante sesiones sueltas o programas continuos. Tú eliges el formato y yo te ayudo a sostenerlo.

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¿Para quién es este servicio?

  • Pacientes en tratamiento oncológico activo.
  • Personas, recién diagnosticadas, en fase de remisión o seguimiento.
  • Familias o cuidadores que necesitan orientación profesional.
  • Pacientes con síntomas persistentes tras el tratamiento (fatiga, pérdida de apetito, alteraciones digestivas, etc.).
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Objetivos con los que te puedes sentir identificado

  • Controlar los cambios en la composición corporal
  • Informarte de lo que es realmente importante
  • Prevenir o revertir la desnutrición.
  • Disminuir el impacto de los efectos secundarios del tratamiento.
  • Adaptar la alimentación a tu nuevo contexto
  • Recuperar el placer y la autonomía alimentaria.

Porque cuando parece que todo se tambalea, comer bien —de verdad— puede ser una forma profunda de sostenerse.

Prehabilitación nutricional

Preparación para el tratamiento oncologico

¿Y si pudieras prepararte antes de empezar el tratamiento?

Después de un diagnóstico de cáncer, todo va muy rápido. Pruebas, médicos, decisiones… Pero a veces, entre todo eso, hay unas semanas de margen antes de empezar con la quimio, la radio o la cirugía.
Ese tiempo se puede aprovechar, y mucho.

¿Qué es eso de la prehabilitación?

Es simplemente prepararte antes de que empiece el tratamiento. Fortalecer tu cuerpo, mejorar tu alimentación, cuidar tu energía. Llegar lo mejor posible al inicio, en lugar de esperar a encontrarte mal para empezar a actuar.

¿De verdad puede ayudar?

Sí. Sabemos que muchas personas ya tienen desnutrición incluso antes de empezar. Si no lo cuidamos desde el principio, puede empeorar la tolerancia al tratamiento y alargar la recuperación.
Pero si intervenimos a tiempo, se pueden reducir complicaciones y sentirte con más fuerza durante todo el proceso.

Tratamiento nutricional

Alimentación como herramienta terapéutica

Cuando empiezas con la quimioterapia o la radioterapia, alimentarte puede volverse complicado. Náuseas, pérdida de apetito, alteraciones del gusto, estreñimiento… todo puede cambiar, y lo que antes te sentaba bien, ahora quizás no.

En ese momento, yo estaré a tu lado. Te acompaño a ti —y también a tu entorno cercano— para adaptar tu alimentación a lo que realmente necesitas en cada fase del tratamiento.

¿Qué haremos en consulta?

Nos centraremos en ti. En lo que estás viviendo, cómo te sientes y cómo podemos ayudarte con la alimentación. Algunas de las cosas que abordaremos serán:

  • Cómo aliviar síntomas como náuseas, diarrea, fatiga o boca seca a través de la alimentación.
  • Cómo mantener tu peso y tu masa muscular durante el tratamiento.
  • Qué alimentos o suplementos podrían interferir con tu medicación.
  • Qué alternativas hay cuando la alimentación convencional no es suficiente.

Nada de dietas milagro ni recomendaciones sacadas de internet. Trabajaremos con evidencia y con sentido común, para que comer siga siendo un apoyo, no una carga.

Rehabilitación nutricional

Recuperación, secuelas y nuevos comienzos

Cuando finaliza el tratamiento activo, comienzan otras etapas no menos importantes. Es común encontrarse con secuelas físicas o digestivas, cambios en la imagen corporal o una relación con la comida marcada por el miedo y la incertidumbre.
En esta fase, mi trabajo se centra en ayudarte a:

  • Recuperar una alimentación variada y satisfactoria, sin mitos ni prohibiciones innecesarias
  • Gestionar secuelas como ostomías, linfedema, resecciones digestivas, cambios en la masticación o deglución
  • Abordar el miedo a la recaída o la ansiedad relacionada con la comida
  • Construir una rutina alimentaria que te acompañe a largo plazo, sin exigencias ni culpa

La nutrición oncológica no es un tratamiento paralelo: es parte del cuidado integral. Y mi acompañamiento está pensado para adaptarse a ti, no al revés. Cada cuerpo, cada tumor, cada experiencia es distinta. Por eso, trabajaremos juntas para que tu alimentación sea una aliada en este camino.

Agenda tu cita

Ofrezco una primera sesión gratuita: para que puedas contarme tu situación y decidir, sin presiones, si el camino que te propongo tiene sentido para ti.